miércoles, 30 de enero de 2013

La Paz cuesta porque significa cambios


por Revista Insurrección
Martes, 29 de Enero de 2013

Es bien conocido que el conflicto actual se deriva de problemas que tienen relación con la tierra, el saqueo de los recursos naturales, la desnaturalización de la democracia, la exclusión política del pueblo y la privación de las grandes mayorías, del bienestar a que tienen derecho.
Históricamente los terratenientes han impedido, por la fuerza, que se resuelva uno de los problemas más grave y aplazado que tiene el país: la democratización de la propiedad de la tierra, su utilización en función del desarrollo rural y agrícola y en beneficio de la gran masa de campesinos que no tienen tierra o son minifundistas o la que tienen es de mala calidad.

Esos terratenientes torpedearon la tímida Ley de Tierras impulsada por Alfonso López Pumarejo en 1936 y la Ley de Reforma Agraria impulsada por Carlos Lleras Restrepo en la década del 60 del siglo pasado.

Han sido los generadores de la violencia en el campo, los organizadores de los grupos armados llamados “pájaros”, “chulavitas” o paramilitares, de los cuales se han valido para ampliar la propiedad rural y mantener sometidos los campesinos a la explotación y todo tipo de injusticias sociales.

Los terratenientes en los últimos treinta años, aliados con los narco paramilitares, impusieron la contra reforma agraria a sangre y fuego, apropiándose de más de seis millones de hectáreas y desplazando a cerca de seis millones de campesinos.

En los anteriores intentos de paz fueron los primeros en atravesarle palos a los procesos, igual a como lo vienen haciendo actualmente con el que adelanta las FARC con el gobierno, liderados por la oligarquía y el gran acaparador de tierras, el ex Presidente Uribe Vélez.

Es bien conocido que el conflicto actual se deriva de problemas que tienen relación con la tierra, el saqueo de los recursos naturales, la desnaturalización de la democracia, la exclusión política del pueblo y la privación de las grandes mayorías, del bienestar a que tienen derecho, entre otras causas.

Sin abordar y buscarle solución a estos problemas, no es posible construir una paz real, estable y duradera.

Por eso hablar de paz es abordar las causas que impiden que ésta exista, es tener disposición a desatrancarlas buscando soluciones reales, es pensar en el bien de la Nación en su conjunto y no solo en la pequeña minoría beneficiaria del poder.

Por eso esta elite no puede pretender que resolviendo el conflicto militar mediante la rendición de las guerrillas, le llega la paz; que es la que reclama y necesita para continuar disfrutando de sus grandes privilegios y acumulando riqueza, sin quien se interponga en sus sueños.

Una cosa es clara y la resaltamos: por el camino que deja de lado el conflicto social, generado por la explotación, la opresión y exclusión política del pueblo, no se llega a la paz.

La paz tiene un costo, ese costo implica cambios. Si no hay cambios que beneficien a las grandes mayorías, independientemente que se quiera, no habrá paz real, estable y duradera. Concebirla como un acto de buena voluntad y rendición de la guerrilla, es una utopía; aplazar la construcción de la paz, es prolongar la guerra e incrementar los altos costos que ésta le demanda al pueblo, que es quien en últimas le toca financiarla.

El desatranque y la construcción de la paz está en manos del pueblo, que es el que vive las privaciones y sufre las consecuencias de esta guerra que beneficia a la clase en el poder que no le apuesta a la paz real y sí le pone palos al proceso de búsqueda.

La guerrilla se dispone a contribuir a solucionar el conflicto armado y a buscar solución al conflicto social generador de la indignación popular y de la guerra actual.

El ELN Llama al pueblo y a sus organizaciones sociales y políticas a que unamos esfuerzos y sumemos la voluntad política, de luchar sin descanso hasta construir la paz real, estable y duradera que descansa sobre la democracia participativa, soberanía y dignidad nacional, economía al servicio de la nación y el pueblo, justicia, igualdad y bienestar social.

La llave de la paz la tiene el pueblo, las fuerzas del ELN se ponen a disposición de éste, en la construcción de la paz. Comprometemos en ello la palabra.

lunes, 28 de enero de 2013

La ausencia del ELN

ELN en marcha


Lunes 28 de enero de 2013



Rodrigo Rojas Orozco - La Otra Orilla
 
The Economist se refería la semana pasada a la ausencia del ELN en el proceso de paz. ¿Porqué no hay negociación formal con esta organización? Cuáles son los obstáculos que impiden que los acercamientos realizados se concreten en la apertura de una negociación?
El ELN es una organización política armada con presencia nacional, pero espacialmente con fuerza en Cauca, Nariño, Chocó, Magdalena Medio, Norte de Santander y Arauca. Es cierto que no tiene los efectivos militares de las FARC pero lo compensa con una organización social y un acumulado de lucha con capacidad de desestabilizar estas economías regionales.
Tiene varios intentos de negociación fallidos: en los gobiernos de Gaviria y Samper, posteriormente con Uribe lograron acordar una agenda e instalar una mesa en Cuba hasta que se acordó trasladarla a Caracas. La crisis que se generó con Chávez desbarató las negociaciones, por lo cual no se les puede endilgar esta frustración.
Sus procesos de consenso son sólidos y todas sus unidades han acordado la salida negociada al conflicto militar, tanto que ya tienen una comisión negociadora lista. Si bien tienen diferencias con las FARC estas no se oponen a que el ELN participe en las negociaciones. Sus agendas en esencia son similares pero tienen énfasis distintos, en cuanto a que los elenos insisten en una mayor participación de la sociedad civil en la negociación misma y la realización de una convención nacional.
Estos dos puntos no son obstáculos insalvables ya que el gobierno a través del foro agrario realizado en la Universidad Nacional abrió una pequeña puerta de participación y que el acuerdo marco con las FARC habla de refrendación para lo cual no se ha definido un mecanismo.
El obstáculo grande es el secuestro que puede resolverse mediante un gran encuentro entre la guerrilla, las organizaciones de víctimas, ongs internacionales especializadas, para la clarificación de la lista de secuestrados, el establecimiento de la suerte de ellos y el compromiso de la suspensión definitiva de esta práctica.
Una paz sin el ELN es incompleta, el optimismo que ha generado las conversaciones en la Habana se reforzaría con la entrada de un nuevo participante en la mesa de negociación.

Un camino para la paz... la agenda histórica del ELN

Guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional -ELN-






Carlos Medina Gallego / Lunes 28 de enero de 2013


Recuerdo mi encuentro con Fabio Vásquez Castaño, en La Habana, por esta época hace algo más de una década. Lo había estado buscando casi veinte años para que me diera una entrevista en el marco del trabajo de investigación que desarrollaba sobre la Historia del ELN. Nadie podría creerlo, recorrí todos los conductos oficiales posibles para conseguir la entrevista y lo único que encontré fue un rotundo no. Fabio era como una especie de secreto de estado, resguardado por todas las envidias y pequeños e insignificantes criterios de oficialidad. Llegue a pensar que era un hombre en estado de aislamiento, después supe que él mismo tenía la idea que le habían dado la isla por cárcel, según me lo dijo con la bacanería de un paisa que no se ha desprendido un ápice de su acento en treinta años de transitar las calles de la Habana y de relacionarse con su gente; contrario a muchos otros colombianos exiliados en Cuba que terminan hablando hinchados de revolución como si encarnaran a Fidel Castro o a la mítica figura del Che Guevara. Doña Carmen una vieja cubana cargada del fervor y la nostalgia de la “épocas de la revolución”, en cuya casa me hospedé, escuchó mis angustias de tener que regresarme sin haber cumplido el cometido central de mi viaje a Cuba: Entrevistar al fundador del ELN.

Dos días antes de regresar a Colombia, Carmen me concretó una cita con Fabio en las escalinatas del Capitolio. No lo podía creer, mi casera me conseguía la cita que la oficialidad burocrática del ELN en Cuba no había sido capaz de darme. La señal de reconocimiento era que yo llevara el libro ELN: Una historia contada a dos voces que había resultado de las entrevistas realizadas a Manuel Pérez Martínez y a Nicolás Rodríguez Bautista, entre finales de la década de los ochenta y comienzos de los noventa. Allí me senté a esperar que llegara el personaje que estuve buscando tres décadas y de cuya memoria esperaba alimentar la investigación. El primer contacto fue rápido y contundente: - Eh!! Carlos Medina…, me dijo en su marcado acento paisa, no leas eso que vos te lo sabes de memoria… señaló a la lectura que hacía yo del libro del ELN… y aun sin saludarnos formalmente, descargo un comentario mordaz y lapidario que aún conservo como una cicatriz grabada en mi espíritu investigativo: ”… y déjame decirte algo..., nunca había leído tanta calumnia bajo un mismo título…”, me dio una palmadita en la espalda y concluyó: “tranquilo… yo se que uno escribe con lo que le dan…” y se sonrió.

El encuentro con Fabio fue cordial, pero no fue mucho lo que saque de él, un par de infidencias sobre los orígenes de la organización, en particular sobre la conformación de la Brigada José Antonio Galán, la relación del Grupo con el Che y la decisión irreversible de asumir el camino de la lucha armada en un pacto de Liberación o Muerte de un grupo de jóvenes de los cuales el único que queda vivo es él. La verdad, Fabio esquivaba los embates que yo hacía a su memoria, mis pretensiones de grabarlo y de conseguir una fotografía suya. Tuve la impresión de un encuentro de consolación sin la gran entrevista, ni la gran historia…la amabilidad de su sonrisa y su mirada perdida en el tiempo y una conversación amable e intranscendente.

A finales del 2012, el ELN cumplió, como idea de organización e imaginario político, cincuenta años de haber surgido en la memoria de los siete jóvenes (Fabio Vásquez Castaño, Víctor Medina Morón, Heriberto Espítia, Ricardo Lara Parada, Luís Rovira, Mario Hernández y José Merchán) que pasaron con excelencia el curso militar dado por el gobierno cubano a quienes permanecieron en la Habana durante la crisis de los misiles para defender la revolución. La conformación de la Brigada José Antonio Galán marca el inicio de un viaje de cincuenta años detrás de un sueño de justicia a través de un conflicto que se fue degradando en la dinámica misma de la confrontación hasta deshumanizarse completamente. Han sido cincuenta años de sacrificio en vidas, costos emocionales, angustias, desesperanzas y, desde luego, en experiencias y durísimos aprendizajes. Cincuenta años que cambiaron el mundo y el país, pero que no han modificado las razones que llevaron a esos jóvenes a la guerra.

Hoy Colombia es un país sustancialmente urbano, moderno, con los desarrollos que posibilita un modelo de capitalismo dependiente, en esta fase de globalización neoliberal, en la que cada vez lo propio es menos propio, donde los niveles de marginalidad, pobreza y desocupación arrojan a la informalidad y a la ilegalidad forzada a grandes grupos de población; en donde la inseguridad y la violencia no la representan las insurgencias, cuyas estadísticas de crimen resultan insignificantes frente a las tasas de homicidios y delitos cometidos por la delincuencia común, el crimen organizado, la mafia, el narcotráfico, el neoparamilitarismo y la “institucionalidad” corrupta y oficiosa o, lo que es peor aún, por las mismas condiciones de existencia de la población que no ve mejoría alguna a su situación, que contradice, en la práctica, las ridículas estadísticas oficiales que ya no se las cree ni el mismo Estado.

Siempre tuve que enfrentarme a la pregunta por la vigencia de la lucha armada en muchas de las entrevistas que he realizado… si las causas definen la vigencia, no hay nada que hacer… lo que nos espera son otros cincuenta años de guerra. Si de lo que se trata es de hacer defensa de los imaginarios de justicia, entender que lo que precede la guerra es la política y que la paz con justicia constituye el primero y último propósito de toda revolución, entonces la tarea del momento es hacer la paz. Si es cierto que todo lo que se hace, se hace a nombre del pueblo… entonces, es al pueblo al que le toca hacerlo, de lo contrario se incurriría en una rarísimo asistencialismo revolucionario.

La experiencia de los procesos de convergencia política unitaria que han sido históricos en esta nueva ola de democratización alternativa en América Latina, lo que están mostrando es un camino distinto, en un tiempo distinto, para hacer las transformaciones estructurales: movimientos sociales y políticos aliados en torno a programas reivindicativos realistas e incluyentes dando batallas decisivas y victoriosas en los escenarios de las luchas políticas democráticas y electorales.

El ELN ha sido una organización que se ha transformado en el tiempo; de foco guerrillero, paso a proyecto de ejército y de éste a organización política en armas. No creo que haya en su discurso nada que tenga más vigencia, como programa político, ajustado al lenguaje actual, que los principios programáticos formulados en sus orígenes:

En primer lugar, desde ese tiempo se plantea la toma del poder por las clases populares como requisito básico para la formación de un gobierno democrático y popular que… garantice la plena igualdad social del pueblo, otorgue libertades democráticas a los sectores populares, conceda a la mujer sus derechos y garantice el respeto de la dignidad humana y el libre desarrollo de los colombianos. Nada de esto es imposible alcanzarlo por las vías de la lucha democrática.

En segundo lugar, se plantea una revolución agraria que elimine el latifundio, el minifundio y el monocultivo; realice una distribución justa y un acompañamiento técnico a los campesinos que la trabajan; otorgue créditos e insumos de trabajo a los agricultores, impulse la mecanización de la agricultura y su tecnificación; que cree mecanismos adecuados de distribución de la producción de alimentos que elimine los intermediarios, la especulación y el acaparamiento; asegure la asistencia médica y educacional a los campesinos, así como el desarrollo de sistemas de riego, de electrificación de vivienda y de vías de comunicación. Plantea la confiscación de latifundios y propiedades de grandes compañías extranjeras y de los terratenientes y latifundistas nacionales, asegurando respetar las propiedades que benefician positivamente la economía nacional. Define fomentar la creación de cooperativas de producción, distribución y consumo, y de granjas estatales, mediante la planificación de la producción agropecuaria que diversifique los cultivos y desarrolle la ganadería.

En tercer lugar, se plantea el desarrollo económico e industrial mediante una política proteccionista de la industria nacional, el impulso de la industria semi-pesada…. Define como política central del desarrollo económico la protección y el impulso a los pequeños industriales y comerciantes no especuladores, la diversificación de la industria y el desarrollo de una economía independiente, basada en los propios esfuerzos y recursos con que cuenta el país que mediante la planeación científica garantice el pleno empleo de la mano de obra.

Igualmente, el ELN, se plantea desde sus comienzos la nacionalización del subsuelo y su adecuada explotación en beneficio de la economía nacional; la elaboración y realización de un plan de electrificación, de irrigación y de aprovechamiento de los recursos hídricos del país. A nivel de la actividad comercial abierta, establece como orientación el intercambio con todos los países del mundo, sin ninguna otra consideración que el interés colectivo y el beneficio del pueblo.

Aun provisto todo este discurso del enfoque antiimperialista contiene propuestas que sirven a las discusiones y procesos nacionales de desarrollo económico y social.

En cuarto lugar, el ELN define como uno de los fundamentos de su programa, la realización de una reforma urbana y un plan de vivienda que garantice un hogar higiénico y adecuado a los trabajadores de la ciudad y del campo y elimine las prácticas de arrendamiento de los casatenientes. Establece la erradicación de los tugurios, en la ciudad y en el campo. Hoy, la creciente necesidad de vivienda ha llevado al gobierno nacional a impulsar la construcción de 100.000 viviendas de interés social y al fortalecimiento de las políticas de mejoramiento de la vivienda rural.

Como quinto punto propone la creación de un sistema popular de crédito que elimine a los usureros y a los agiotistas, y fomente el desarrollo económico, industrial, agropecuario y comercial de tal manera que favorezca el nivel de vida de los colombianos.

El sexto punto toma en consideración la organización de un plan nacional de salud pública que haga posible la asistencia médica, farmacéutica y hospitalaria a todos los sectores de la población sin gravar su economía; el desarrollo de la medicina preventiva y la lucha contra las enfermedades endémicas. Se propone la creación de puestos de salud y hospitales en ciudades y campos, así como una eficaz protección a la niñez y a los ancianos. Propone la creación de un organismo centralizado que se encargue de proyectar y realizar los programas de salud pública y la reglamentación del seguro social para que responda adecuadamente a las necesidades de la población.

Como séptimo punto, fija la elaboración de un plan vial que sirva para articular a la economía nacional y preste un servicio eficiente a las regiones densamente pobladas o con posibilidades de desarrollo económico. Considera necesario la apertura de vías de comunicación en las zonas agrícolas y ganaderas de gran potencial económico marginadas del desarrollo global. Propone la organización estatal del transporte y la fijación de tarifas técnicamente estipuladas por los organismos del Estado.

Al referirse a la educación, en su punto octavo, propone una reforma que elimine el analfabetismo, promueva la construcción de instituciones escolares rurales y urbanas y la formación de maestros competentes. Concibe la educación obligatoria y gratuita; plantea una reforma a los programas de estudio para adecuarlos a las necesidades del país y en consonancia con la ciencia moderna; la vinculación con la realidad nacional e internacional y la elaboración del nivel técnico de los trabajadores; proyecta la nacionalización de la enseñanza a todos los niveles, buscando que la misma cumpla una función social y esté a tono con los avances científicos, tenga el pueblo acceso a ella, se elimine el oscurantismo y el dogmatismo de las cátedras y pueda desempeñar el papel de vanguardia intelectual y cultural de los trabajadores.

Plantea la creación de una academia nacional de ciencias que sirva al desarrollo de la investigación científica la cual debe ser impulsada en los centros de enseñanza superiores; así mismo considera necesario la creación de residencias y comedores estudiantiles y el otorgamiento de numerosas becas, al igual que la ampliación de las redes de bibliotecas públicas y la dotación de los establecimientos educativos de los materiales académicos y docentes necesarios para que su labor sea eficiente y de calidad. Concibe entre las preocupaciones de la educación el fomento y estímulo del deporte y la cultura física.

Por último, señala que el Estado se preocupará por la defensa, difusión y desarrollo de la cultura nacional, del arte popular y folclórico y la protección de escritores y artistas nacionales. En este mismo sentido señala la obligatoriedad de divulgar con amplitud todas las manifestaciones artísticas que revistan formas populares y democráticas de otros pueblos.

El programa también asume una posición frente a la cultura y a las manifestaciones de existencia social, política y económica de las minorías nacionales (afro, indígenas, raizales…), en esta medida un nuevo punto plantea la incorporación a la economía y a la cultura de la población indígena, respetando sus costumbres, tierras, lenguas y tradiciones y desarrollando su vida cultural. Es decir, el otorgamiento de la totalidad de sus derechos de colombianos a la población indígena.

Todos los elementos de este programa del ELN fueron esbozados con algunos matices y énfasis en la realización del Foro de Política Integral Agraria con Enfoque Territorial, desarrollado por la sociedad civil y los empresarios a finales del 2012 y, son materia de discusión en la mesa de conversaciones de la Habana entre el gobierno nacional y las FARC-EP.

En síntesis, el principios programáticos del ELN desideologizado contiene elementos propósitos y estructurales para cambios que se pueden desarrollar en un ambiente de revoluciones y reformas democráticas, que se fijen como propósito el bienestar, la tranquilidad, la convivencia y la paz de los colombianos.

En 1963 el ELN desarrollaba las tareas de exploración para el asentamiento de su proyecto político-revolucionario en algún lugar del territorio nacional; hoy cincuenta años después, todos los esfuerzos de la organización y de la sociedad civil deben dirigirse a que se creen las condiciones para que este programa adquiera la justa dimensión de su concreción histórica en el ámbito de la lucha política democrática.

El gobierno Nacional y el ELN deben atender el clamor de paz de las distintas expresiones del movimiento social y político y de la sociedad civil en general e, iniciar de manera inmediata las exploraciones de un proceso de conversaciones que conduzcan a la solución definitiva del conflicto armado. El 2013 debe ser el año de la paz.

viernes, 25 de enero de 2013

Lucha comunicacional, un campo de batalla



13
por ELN
Viernes, 25 de Enero de 2013

Desde la primera década del siglo pasado, las técnicas de la propaganda comercial que inducen a la gente a comprar cosas que no necesita y a seguir determinados estereotipos, confluyeron con la propaganda política para programar la mente y la voluntad de las masas.
La injerencia de los grandes medios de comunicación, en la construcción de imaginarios contrainsurgentes en las mentes de los colombianos es una realidad innegable, cumplen la doble función de desinformar y formar opinión a favor de los intereses de la élite dominante. Atendiendo a ésta reflexión, el Observatorio comunicacional del ELN se situará detrás de la escena de la producción informativa, para monitorear, analizar contenidos, discursos y su impacto en la construcción de la realidad legitimadora de la hegemonía.

Los medios de comunicación y su mediación política

En Colombia el paisaje mediático es dominado por instituciones privadas, es decir, casi la totalidad de los medios de comunicación de alcance nacional responden a los intereses de sus propietarios; para nuestro análisis, los dividiremos en dos categorías: en la primera, tenemos las empresas que dependen de la pauta publicitaria y las segundas son las empresas que hacen parte de conglomerados económicos y dependen del grupo empresarial al cual pertenecen.

Las primeras tienen el propósito primordial de comercializar la información que, surgida de hechos, es señalada por ellos mismos como noticiable, ya que su impacto les proporcionará la rentabilidad de mayores usuarios que cotizarán la pauta publicitaria y el costo de los publirreportajes presentados como periodismo, las segundas naturalmente salvaguardan los intereses de su grupo empresarial y de la élite económica, pero ambas categorías, coinciden en la imposición de criterios desinformativos a sus periodistas con el fin de manipular la opinión pública.

En la selección y presentación de los hechos noticiosos por parte de los medios de comunicación privados de alcance nacional, hemos observado: se han situado en un papel en la guerra y despliegan una avanzada mediática de “baja intensidad” (porque en su selección informativa confluyen afirmaciones verídicas a medias y/o descontextualizadas con mentiras asombrosas y bloquean la circulación de la oposición política). Así imponen, no influyen en la opinión pública, pues han posicionado líderes de opinión y autoridades sobre determinados acontecimientos que no contradicen sino matizan la posición del establecimiento, creando así un falso consenso, un consenso de elaboración mediática para salvaguardar los intereses estratégicos de la clase explotadora.

De ésta manera, han mutado de servir al interés público y nacional como principio fundacional, al de servir en defensa de unos intereses de clase, sus agendas dependen de las matrices que los mercenarios contrainsurgentes mediáticos despliegan a través de sus agencias, el acatamiento a participar en la escena política creada por ellos, los sitúa como actores políticos que median a favor del interés gubernamental.

Tras la máscara se esconde un mercenario

Desde la primera década del siglo pasado, las técnicas de la propaganda comercial que inducen a la gente a comprar cosas que no necesita y a seguir determinados estereotipos, confluyeron con la propaganda política para programar la mente y la voluntad de las masas, en un centenar de años de experimentación se han perfeccionado.

Hoy éstas agencias mercenarias se presentan con una imagen corporativa de una empresa que utiliza la ciencia y la tecnología de la comunicación con fines mercantiles ofreciendo el servicio especializado de "manipulación propagandística” bajo la cobertura de la “técnica”.

En nuestro país, abundan los expertos en comunicación estratégica y asuntos militares, violentólogos que asesoran directamente a la presidencia y operan bajo la cobertura de Fundaciones, que coordinan el desarrollo de las matrices comunicacionales contrainsurgentes diseñadas desde el Pentágono.

La percepción de la realidad

Según las técnicas de dominación, algunas observaciones son “parciales”, por tanto, no “objetivas”. Ejemplo: "El ejército bombardea y asesina campesinos en el Cauca", un publicista del régimen diría que si bien no dije una mentira la “percepción” resultó “errónea”.

De eso se trata, de cómo “percibimos” la realidad. Las técnicas indican que debería haber dicho algo así: “Desafortunadamente los ‘daños colaterales’ en el Cauca, representan el costo de “la libertad y la democracia en Colombia”.

Con ironía, el especialista en medios, Norman Solomon resume: “Para algunas personas, la guerra es terror, tragedia, desastres y muertes. Para otros es un problema de relaciones públicas y marketing político".

Cerco mediático y autocensura

En ésta realidad, la ética del periodista, es indispensable, sin embargo, los criterios informativos no sólo se reducen a la censura sino, que además, se es perseguido y señalado de ser antagonista en la escena, al lado de la insurgencias armada, la oposición política y la organización social.

No podemos afirmar que todo periodista, ni todos los medios por voluntad propia o por presión económica, son parlantes de la oficialidad del régimen terrorista, pero las estadísticas reflejan la cruda realidad de un cerco mediático y una autocensura.

Los políticos y las fuerzas armadas del Estado, lideran los 131 casos documentados de ataques a periodistas en el 2011, seguidos por los paramilitares o escuadrones de la muerte.

A lo anterior se añade el homicidio del periodista Luís Eduardo Gómez de 70 años de edad, perpetrado por paramilitares en el Urabá antioqueño.

Además de la criminalización de la opinión con la sentencia a 20 meses de prisión y el pago de 20 salarios mínimos, por una editorialista que criticaba la corrupción de una alcaldesa y candidata a la gobernación de Cundinamarca.

Y frente al cubrimiento del conflicto, El pasado 29 de septiembre del 2011, un periodista informó sobre un comunicado de la Guerrilla del ELN, donde esta organización anunciaba un paro armado en el Oriente Colombiano. A los pocos días, en un consejo de seguridad, un coronel del ejército señaló al periodista de “hacerle el juego al terrorismo” por informar esa noticia. Unos días después el periodista recibió una amenaza a su celular. En su buzón de voz dejaron grabados unos disparos de fusil.

En resumen y en palabras de un periodista de La Cienaga de Oro en el departamento de Córdoba, "La autocensura es como nuestro guardaespaldas, mientras nos limitemos en ciertos temas estamos seguros".

El teatro de operaciones psicológicas

Para explicar cómo se desarrollan las matrices comunicacionales contrainsurgentes, imaginémonos la siguiente escena política, donde el axioma que compone las matrices de opinión se ubica en el titular de la noticia.

* Los medios eligen los actores: según el suceso informativo, se asignan papeles, quien es el protagonista y el antagonista en la dicotomía de buenos y malos.

* Escriben el argumento: seleccionando en la agenda de sucesos la prioridad informativa, lo que se silencia y de lo que se opina.

* Redactan el guión: Definen el lenguaje y los significantes sobre los cuales se hace referencia a la acción del protagonista o del antagonista del acontecimiento

* Provocan el desenlace: construyen la opinión pública y crean un falso consenso.

En nuestra próxima entrega ejemplarizaremos las escenas políticas que han permitido que los medios de comunicación hayan dejado de registrar la realidad para producirla.

Si la guerra, el enemigo la inició mintiendo y manipulando, la paz la construiremos leales a la realidad, la veracidad y la transparencia ética y moral.
 kaosenlared.net

domingo, 20 de enero de 2013

Balance 2012, Parte VIII





Balance 2012, Parte VIII
Pablo Beltrán



¿Por Qué Te Indignas?

La táctica política del movimiento popular en el 2012, se desarrolló
en los debates sobre la paz y en la movilización política contra la
aplanadora del régimen, que a toda costa, avanzó en descargar más
violencia neoliberal contra los colombianos. Buena parte de estos
esfuerzos fueron producto de unidades de acción, con las que se
dieron pasos en la construcción de un centralizador, alternativa de
cambio para los colombianos.

Bajo la consigna, “Vamos por la paz con un agenda social”, se
realizó en octubre la Semana de la indignación, convocada por la
Coordinadora de movimientos sociales de Colombia, el Congreso de los
pueblos y la Marcha patriótica, movilización contra las medidas anti
populares, que desnudó las pretensiones del gobierno de Santos:

Debemos estar atentos a no permitir que la agenda neoliberal social
y política del régimen transcurra tranquilamente hacia sus
intereses, mientras pretende distraer la atención con un proceso de
diálogos, que claramente no resolverá todos los problemas que
aquejan a los sectores populares”.

La lucha social y política del pueblo colombiano tuvo múltiples
expresiones, tantas, como motivos de indignación. Entre los
principales estuvieron el asesinato de líderes, la deuda social
(jubilaciones, salud, niñez, educación, impuestos, salarios,
regalías), contra la gran minería y las represas, la quiebra del
campo (abandono, crisis) y por el colapso del sistema carcelario.

La ofensiva del régimen incluyó desde ignorar tales luchas, pasando
por falsas negociaciones y tratos para disolver las protestas, junto
a dilatar respuestas hasta desgastar la movilización, acompañada de
la intervención de los cuerpos represivos militares y policiales,
para ejecutar la persecución abierta y encubierta, que la mayoría de
las veces terminó en el encarcelamiento o asesinato de los
activistas populares.

En esta coyuntura en que la sociedad colombiana quiere participar y
hacer oír su voz frente a las soluciones del conflicto interno, el
régimen refinó su potente aparato de control, manipulación y
silenciamiento de las opiniones críticas del sistema. Los dos
principales diarios del país cayeron en manos del sector más
retrogrado de las elites dominantes. El principal grupo de grandes
radiodifusoras sigue en manos de inversores extranjeros que sirven
más a las multinacionales, que a los intereses de la sociedad
colombiana. La televisión se dedica a aumentar ganancias, sin
escuchar las críticas por “la violencia y vulgaridad de la
programación en horarios familiares”, bajo la ciega mirada de la
Agencia Nacional de Televisión.

Dentro de este sombrío paisaje, nació en 2012 la Alianza de medios y
periodistas por la paz con justicia social, quien en pulso desigual,
contribuye a crear conciencia sobre el conflicto y sobre la
necesidad de participar en la construcción de una solución
política.

Colombianas y colombianos por la paz se vio acompañado por numerosas
iniciativas, que desde esquinas distintas formularon alternativas
para resolver el conflicto nacional. En abril, Acción Andina,
Dejusticia y otras entidades, propusieron “una política de drogas
que promueva la paz y el respeto a los derechos humanos”, como
reemplazo de la ‘guerra anti drogas’ sostenida desde el gobierno de
los Estados Unidos.

En marzo, varios cientos de organizaciones y personalidades firmaron
el Manifiesto “Por la paz hasta la última gota de nuestros sueños”,
que más adelante confluyó con otras iniciativas, dando origen a la
Ruta social común por la paz. Los firmantes de este Manifiesto
expresaron:

* “El ser una economía dependiente, concebida como una bodega de
recursos, con un desarrollo endógeno nulo, es el gen de la guerra.

* Los EEUU justifican su intervencionismo bajo el pretexto de la
‘lucha contra el narcotráfico’.

* Hemos sido sometidos al terror que configura el latifundio a favor
del gran capital.

* Cuando protestamos sufrimos exterminio… se nos considera
criminales y ‘terroristas’.

* Las partes somos todos los colombianos; también consideramos parte
del conflicto a las transnacionales.

* La llave de la paz es exigir que cese la práctica estatal de
exterminar la participación política civil.

* Hacemos de la empatía social el primer paso hacia una verdadera
paz.

* Una paz que nazca del debate conjunto.

* Queremos poder participar en el debate político amplio, en la
construcción social sin ser asesinados.

* No se trata de una negociación superficial, ni de negociar
prebendas”.

Al fondo, a la Izquierda. Balance 2012, parte VII



Balance 2012, Parte VII
Pablo Beltrán

Al Fondo, a la Izquierda

El historiador Jorge Orlando Melo en abril, volvió a insistir en
esta tesis: "Colombia, en los últimos 60 años, ha tenido guerrillas
fuertes y partidos de izquierda débiles, muchos y muy divididos… si
en Colombia la izquierda es débil e impotente es porque hay
guerrilla".

Tesis que este año pasó la prueba de la práctica, porque la
izquierda, como cuerpo vivo, rebelde y alternativo al sistema
imperante, no cesó de crecer y reproducirse, lo que es una muestra
de vitalidad para unos, mientras que para otros es un indicador de
debilidad.

Las vertientes más notorias de la izquierda colombiana, se pueden
agrupar en cuatro principales, de acuerdo a la respuesta que dan a
la doctrina del régimen sobre trato a la oposición, según ella, a
unos los absorbe, a otros los disuelve y a otros busca triturarlos.

Los tránsfugas

En este sector se ubican los que iniciaron su militancia en la
izquierda y les cuesta permanecer en una colectividad política, por
lo que nunca se sabe a dónde van a parar.

El actual vicepresidente de Colombia cabe en esta clase. Este año,
el régimen trató de despacharlo para un cargo burocrático en la OIT,
al que no fue elegido en mayo. Para que le dieran esta postulación
debió decir que la elite dominante ya no asesina opositores ni
sindicalistas ni defensores de derechos humanos ni indígenas, etc.
Sus servicios se los reconoció, LC Villegas, el jefe de los gremios
patronales: “la Vicepresidencia de la República es una muy
honorable llanta de repuesto, pero no hay cosa que moleste más que
una llanta de repuesto sonando en el carro”. A principios de julio,
todavía algunos consideraban que A Garzón era el más probable
candidato de la izquierda, para las elecciones presidenciales de
2014.

El Congreso en julio al iniciar sus sesiones, contaba con un 16 por
ciento de aceptación en la opinión, por lo que al mes siguiente,
Santos nombró un asesor presidencial para el diálogo social y la
participación ciudadana, para recolectar conclusiones de los foros
de paz, organizados… por el Congreso. Para esta operación de lavado
de imagen, nombró a LE Garzón, otro de los tránsfugas más
publicitados.

Los clásicos

En esta categoría caben los movimientos y partidos de la izquierda
legal, que aspiran a ser oposición dentro de las instituciones del
sistema político imperante, para lo que cuentan con una base social
organizada, además de tener un cierto respaldo de la opinión
pública.

El Polo Democrático Alternativo este 2012 completó dos rupturas, por
la salida de sus filas de los Progresistas y del Partido Comunista.
Clara López, su presidenta, desde mayo denunció al proyecto de
reforma a la justicia, como “un auto indulto que se hace el
Congreso”. Gracias a su pronta reacción la bancada parlamentaria del
Polo, logró impedir la conciliación entre las dos Cámaras, que
permitió enterrar con 26 votos esta intentona del régimen, votación
en que los secundó el Partido Verde, el Mira, 3 liberales, uno de
Cambio Radical y uno de Afro Vive.

Los comunistas se integraron a la Marcha Patriótica que nació en
abril, a la que también se le sumó la Izquierda Liberal liderada
por Piedad Córdoba. Como siempre, este movimiento fue acusado por el
gobierno de recibir finanzas de las FARC-EP y varios de sus
integrantes fueron a parar este año a la cárcel, enjuiciados por
rebelión.

Piedad Córdoba resistió este año varios embates en su contra, en el
de mayo, el Procurador intentó condenarla por segunda vez por la
misma falta, en la que justificó la destitución de su cargo como
senadora; en el de julio, la iban a enjuiciar por rebelión, por
llamar a los indígenas del Cauca a “revocar al Congreso, al
presidente y a expulsar las bases militares de sus resguardos”.

Los Progresistas con Petro, cumplieron su primer año en la alcaldía
de Bogotá. Al principio el régimen los observó y después colocó toda
su maquinaria a triturarlos, para mantenerlos bajo control. Uno de
los choques entre la administración local y el régimen, ocurrió en
julio, cuando agregaron 3 mil soldados a las guarniciones de Bogotá,
a modo de “presencia para disuadir”, según palabras del ministro de
guerra, que la alcaldía interpretó como un intento por militarizar
la capital. El choque más prolongado estuvo en los planes de
vivienda financiados por el gobierno nacional, a los que el alcalde
colocó reparos, para impedir que se construyeran en zonas bajo
riesgo de inundación.

Los nuevos

Este componente de la izquierda se caracteriza por proponer rupturas
con el sistema, que rechazan sus valores e instituciones, para irlos
reemplazando por otros, surgidos de procesos en desarrollo. Hace
parte de la corriente cantada por el poeta: “en Europa, a la paloma
de la paz se la comió la gallina de los huevos de oro. En
Suramérica, aves de colores alzan el vuelo y obligan a mirar con
altura”.

Los que podrían llamarse Indignados, nacieron en agosto, convocados
por Salomón Kalmanovitz y Antonio Navarro. Una de sus voceras,
Claudia López, los define como “ciudadanía indignada, que quiere
reconciliar la política con la sociedad”. Esta tendencia política
tuvo su última fase de gestación en la lucha contra la corrupción de
la política, que logró hundir en junio la reforma a la justicia.

La Minga social e indígena, en julio arrancó su campaña contra la
militarización de los resguardos indígenas en el Cauca, que sentó a
Santos a negociar, a costa de bastantes heridos y muertos, por
atreverse a tumbar las trincheras que estaban en el centro del
pueblo de Toribio y por desalojar a los soldados de la base militar
de Berlín, en desigual lucha, que el diario Miami Herald, describió
como una “guerra de palos contra fusiles”. Esta campaña hace parte
de un plan de paz alternativo, en el que las comunidades emiten y
acatan su propia legislación, ordenan sus territorios y construyen
su institucionalidad.

Los insurgentes

Las dos guerrillas en este 2012 avanzaron en sus coincidencias, una
de ellas, enfatiza el esfuerzo por favorecer la lucha política del
pueblo, en medio de la realización de diálogos para hallarle una
solución política al conflicto interno.

La primera fase de diálogo realizado entre las Farc y Santos en La
Habana, entre febrero y agosto, concluyó en un esquema de
negociación para la paz, diseño en el que no tuvieron en cuenta a
otras organizaciones de la sociedad, pero si buscaron incluirlas en
el Foro agrario realizado en diciembre. Los voceros de las FARC-EP
han sido claros en expresar que “la mesa de diálogo sirve para hacer
política, no para hacer la revolución”.

La agenda pactada abarca el problema de la tierra, la participación
política, el fin del conflicto, la política anti drogas, las
víctimas y el funcionamiento de futuros acuerdos. La segunda fase
del diálogo se inauguró en Noruega en octubre, para enseguida
desarrollarse otra vez en Cuba.

Por su parte el ELN reiteró su voluntad de diálogo y mantiene
comunicación con el gobierno, pero sin que al cierre del año se
hubieran abierto diálogos formales entre ambos.

La infertilidad

La coyuntura política demostró este año, que la debilidad de la
oposición de izquierda, dejó el espacio para el resurgimiento del
bipartidismo, como puja regulada entre las fuerzas de extrema
derecha y de centro derecha.

La izquierda no puede echarle la culpa de sus flaquezas al régimen,
pero como factor secundario que la incide, está la cultura dominante
de imponer la voluntad propia por la fuerza, ante cada conflicto de
intereses que surge.

La matriz de la debilidad de la izquierda se encuentra en su
predilección por enfatizar las diferencias y en su pasado mesiánico,
por el que cada tendencia política se cree un mar y percibe a las
demás como aguas tributarias; creencia que a la larga termina por
convertirse en su inhabilidad para ser cemento de un proyecto
nacional de cambio, alternativo al régimen imperante.

El potenciol

Camilo Torres Restrepo, el cura guerrillero, como ferviente
constructor de unidad que fue, hace 50 años, echó las bases de una
mentalidad de confluencia en la izquierda, en que se desarrolla la
unidad popular alrededor de los puntos de identidad y se colocan en
segundo puesto el debate sobre las diferencias. Punto de partida
para una cultura de negociación que incluye los intereses de todos,
para condensarlos en acuerdos, programas y en alianzas duraderas.

En noviembre sesionó el Congreso del Partido Comunista de China y
aunque estemos en caras opuestas del planeta, sus conclusiones dejan
un mensaje para la izquierda colombiana, porque decidieron seguir
impulsando reformas, ligarse más al pueblo y erradicar la corrupción
de sus filas.

Frente de Guerra Oriental del ELN: Parte de Guerra Comienzos de enero de 2013



Parte de Guerra, Comienzos de Enero de 2013
Frente de Guerra Oriental del ELN

El Frente de Guerra Oriental del ELN continúa su campaña, para que
la explotación del petróleo colombiano, esté al servicio de la
nación y no al de las transnacionales que solo dejan miseria y
represión, porque las fuerzas armadas gubernamentales, brindan
cobijo a los saqueadores, mientras ven a los trabajadores y al
pueblo, como sus enemigos.

Mientras el gobierno nacional siga prestando oídos sordos a
nuestras exigencias, la lucha continúa.

En este contexto hemos desarrollado las siguientes actividades
militares y de sabotaje:

Enero 4, atacada con explosivos la estación de bombeo de Zamoré en
el departamento de Norte de Santander.

El pasado 10 de enero, Unidades guerrilleras emboscaron en el
sector Miralindo, sitio la batea, municipio de Toledo, Departamento
Norte Santander, una patrulla del ejército, perteneciente al
batallón García Rovira, ocasionándole las siguientes bajas:

Un teniente coronel gravemente herido.

1 teniente y 5 soldados muertos.

6 soldados heridos.



VOLADURAS AL OLEODUCTO CAÑO LIMÓN COBEÑAS:

Enero 1, en el municipio de Saravena, del Departamento de Arauca.

Enero 4, Kilómetro 154, vereda Río negro, Municipio de Toledo, Norte
de Santander

Enero 8, Kilómetro 156, vereda Miralindo Municipio de Toledo Norte
Santander.



Montañas y Sabanas de Arauca

Frente de Guerra Oriental del ELN

Enero 13 de 2013.

Dirección del Frente de Guerra Nororiental: Partes de Guerra 2012




Partes de Guerra 2012
Dirección del Frente de Guerra Nororiental

El frente de Guerra Nororiental informa al pueblo Colombiano y a los
revolucionarios, el resultado de la confrontación militar en la
región Nororiental de Colombia entre nuestras fuerzas guerrilleras y
el aparato militar del Estado, durante el año 2012. Esta
confrontación se hace en el marco de la resistencia armada ante el
plan imperial llamado "Plan de consolidación", que es el plan con el
cual las fuerzas del Estado al servicio de las grandes empresas
transnacionales, se empeñan en despejar el camino de toda
resistencia a la llamada locomotora minera.

Las fuerzas insurgentes Hemos resistido a ese plan y nuestras
guerrilleras y guerrilleros nos mantenemos en pie de lucha, dando
apoyo a los intereses populares y acompañando a nuestra comandancia
en la búsqueda de caminos para la Paz con cambios que tanto anhela
nuestro pueblo.

Llamamos a los soldados y policías, a que en vez de estar desde las
instituciones militares al servicio de quienes mantienen el saqueo y
el despojo de nuestra gente y de nuestro país, a unirse al
movimiento popular que reclama políticas soberanas y democráticas y
solución política al conflicto social y armado.

Acciones Militares

Hostigamientos: 28

Minados al avance: 11

Emboscadas: 2

Sabotajes a oleoductos: 7

Ataques a la policía: 2

Choques con el ejército: 1

Ataques a fuerzas vivas con artillería: 3

Acción contra paramilitares: 1

Ataques conjuntos con el EPL: 2

Ataque a Helicópteros: 1

Total acciones: 58

Soldados muertos: 27

Soldados heridos: 20

Policías muertos: 21

Policías heridos: 15

Paramilitares muertos: 1



BAJAS AL ENEMIGO: 84

Material recuperado:

3 fusiles m16, 4 proveedores.



BAJAS PROPIAS:

2 compañeros muertos.

3 compañeros detenidos.



Colombia para los trabajadores....

Ni un paso atrás liberación o muerte



Dirección del Frente de Guerra Nororiental, ELN.

jueves, 3 de enero de 2013

Salió la Revista Insurreción No 353, órgano del ELN

INDICE:

Colombia 2013, Año de Luchas Populares   Comando Central
Balance 2012, Parte III   
Pablo Beltrán
Balance 2012, Parte IV   
Pablo Beltrán
Tierra y Territorio en Cifras   
Luis Carlos Guerrero S.



Colombia 2013, Año de Luchas Populares

Comando Central

Colombianas y colombianos; termina 2012 en medio de la crisis económica mundial y la insolvencia de los Estados altamente desarrollados, que recurrieron a enormes sacrificios fiscales, para solventar al corrupto sistema financiero y demás industrias quebradas. Eliminaron los subsidios del Estado de Bienestar, cancelando puestos de trabajo, rebajando salarios, alargando la edad de jubilación, disparando las tarifas de servicios públicos y aumentando impuestos.

Las mejores condiciones de vida en el Primer Mundo desaparecieron y el FMI impuso las mismas recetas neoliberales que aplicó en los países del Tercer Mundo, nivelando a la mayoría de la humanidad a sobrevivir en condiciones miserables. Estas políticas de ajustes y austeridad para la población, ha generado nuevos movimientos de resistencia y obligó a reactivar todas las formas de lucha de las organizaciones sociales. Para el 2013 esta crisis se agudizará y las luchas sociales serán más contundentes y coordinadas.

Colombia no está blindada frente a la crisis mundial

Los pronósticos más conservadores auguraban que Colombia mantendría la misma tasa de crecimiento del PIB de 5,5% que alcanzó en 2011; sin embargo, la realidad muestra que en 2012 está por debajo del 4% y todos los analistas son pesimistas frente al desempeño económico para 2013, azotado además, por la competencia desleal de los TLC con EEUU y Europa.

Las dos principales locomotoras que jalonaban la economía colombiana se averiaron: la construcción ha entrado en recesión y la minero-energética se estancó, mientras se criminaliza a pequeños y medianos mineros. La industria presenta tendencias negativas, aumenta el desempleo y las penurias para los trabajadores.

Para favorecer los capitalistas, se aprueba una regresiva reforma tributaria, rebajando impuestos a los empresarios y eliminando los parafiscales, que llevarán al entierro del Sena y del ICBF. Aumentan las cargas tributarias para asalariados, la clase media y los consumidores en general.

Como si lo anterior fuera poco, se sigue castigando a los trabajadores, quienes tendrán menor capacidad adquisitiva, al decretar un aumento del salario mínimo que no compensa el aumento del costo de vida. Es previsible la escalada alcista que acostumbra el gobierno, aprovechando el aletargamiento de la población en las festividades de fin de año.

Fuero militar para la impunidad

Las mayorías parlamentarias, controladas por el presidente Santos y Uribe, volvieron a inundar de infamia y vergüenza el ejercicio de legislar, al aumentar el desafuero de los militares, convertidos en criminales de guerra, perpetuando el genocidio de millares de compatriotas en las últimas décadas y colocando a Colombia en una grave crisis humanitaria. El fuero militar se ajusta a la tipificación de un Estado genocida.

La reforma constitucional aprobada, le da facultades a la justicia penal militar, para que sea juez y parte de la barbarie. Todos los delitos y crímenes que ejecutan las fuerzas armadas, como violaciones a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario, no serán competencia de la justicia ordinaria, sino de los mismos criminales.

Supuestamente se exceptúan: los crímenes de lesa humanidad, genocidio, desaparición forzada, ejecuciones extrajudiciales, violencia sexual, tortura y desplazamiento forzado; pero, para que estos casos puedan ser tratados por la justicia civil, el fiscal debe demostrar que la víctima “fue agredida en el marco de un ataque generalizado o sistemático perpetrado por militares contra la población civil con conocimiento de dicho ataque y de conformidad con una política oficial”, asunto imposible de demostrar, porque son los militares quienes pueden realizar las primeras investigaciones, después de cualquier delito o crimen que cometan, acomodando las pruebas a su favor y determinando el fallo.

Los miles de procesos que se tramitaban contra integrantes de la fuerza pública, pasan a la “justicia” militar y quedan cubiertos por el manto de la impunidad. Los criminales de guerra, deben saber que esta ley es violatoria de los tratados y compromisos internacionales y los hace objetos de investigaciones de Organismos de justicia internacional, en especial de la Corte Penal Internacional, aunque este organismo sólo puede juzgar a partir del 1 de noviembre del 2009, según la autoprotección que se hizo Álvaro Uribe.

¿Cuál Paz?

El restablecimiento del fuero militar es una readecuación del Régimen para un escalonamiento de la guerra sucia contra la población y nos abocamos a una nueva fase del Terrorismo de Estado. También son actos de guerra, las leyes que se han aprobado a pupitrazo, con el descarado soborno a los congresistas, salvo honradas excepciones.

Los discursos pacifistas de Santos caen en la retórica y son un contrasentido frente a los anhelos de paz que vienen manifestando los sectores sociales en diversas regiones colombianas.

La oficialización de los diálogos del gobierno con la guerrilla de las FARC, marcó un hecho político relevante y reactivó las distintas iniciativas de paz que se traían. Para la muestra, la prolífica participación que obtuvo el Foro sobre Política de Desarrollo Agrario Integral, conducido por la Universidad Nacional.

Pero, mientras el gobierno sólo entiende por paz, la desmovilización y el desarme de las guerrillas y la desactivación de la protesta social, el pueblo y la insurgencia entendemos que paz es justicia social, con equidad económica, democracia directa, soberanía y dignidad de patria. La paz implica cambios estructurales de la sociedad y el Estado.

Las Luchas Populares

Colombia es uno de los países más desiguales del mundo y en 2013 se profundizará esta diferencia con los reajustes económicos contra la población, mayor tributación, represión, asesinatos por parte de las fuerzas estatales y su paramilitarismo.

En las regiones se continúa resistiendo contra la depredación ambiental del capital transnacional y sus megaproyectos minero-energéticos, quienes convirtieron en objetivo militar a medianos y pequeños mineros. Los terratenientes narcoparamilitares siguen potrerizando el país mediante el despojo de los campesinos.

En las ciudades la lucha sigue contra la privatización de los servicios públicos, por una mayor cobertura y rebaja de tarifas. En especial, se sigue batallando por educación, salud y prestación del transporte público eficiente y digno.

Los diferentes sectores sociales, las regiones y expresiones de movimientos políticos alternativos, van confluyendo en espacios de convergencia nacional, centralizando reivindicaciones y anteponiendo la Unidad como criterio de la fortaleza popular, aunque aún persisten rezagos que tratan de imponer intereses de parte.

Es muy importante el afán que se comienza a tener, por sintonizar nuestras luchas con las del resto del continente y con las demostraciones mundiales.

Para todos y todas es una prioridad realizar en el 2013 la Gran Jornada Nacional de Protesta.

La bandera de la Paz está enarbolada en todas las luchas sociales y en 2013 ondeará por los campos y calles, en movilizaciones, seminarios y foros. El pueblo está decidido a no dejársela arrebatar por el gobierno, que la utiliza como estandarte de guerra y exterminio.

El ELN, como parte beligerante de las luchas populares, se suma a todas las iniciativas libertarias y ratifica al mundo su inquebrantable propósito de hacer de Colombia una nación soberana, justa, democrática y en Paz.




Balance 2012, Parte III
Pablo Beltrán

El Camino Propio de Nuestra América


América Latina y el Caribe este 2012 enfrentaron la crisis mundial, manifiesta en la desaceleración de su crecimiento económico y en el plan de los países industrializados, para descargar su crisis en esta parte del continente.

Cayeron la producción industrial, las exportaciones y las remesas de migrantes en la Unión Europea, que no se compensaron con el crecimiento de las ventas de materias primas a China, Rusia e India. Desde España aumentó el regreso de migrantes a Argentina, México, Perú, Ecuador y Colombia.

La ONU denunció este año el crecimiento de la brecha entre ricos y pobres en América Latina, porque el 20 por ciento más rico, posee 30 veces, lo que tiene el 20 por ciento más pobre; en Guatemala existe la más alta desigualdad social, mientras Venezuela es la más equitativa.

Las materias primas agrícolas que produce AL, hoy se enfrentan a un mercado mundial de alimentos, monopolizado en un 60 por ciento por la especulación financiera, cuando en 1996 era apenas del 12 por ciento.

La otra vena rota de los recursos de estos países, es la evasión de impuestos y de controles hecha por las empresas multinacionales, que la reunión de ministros de economía del Grupo de los 20, de octubre, calificó de “ingeniería financiera” reprobable.

Los proyectos nacionales más autónomos avanzaron agrupados en el Alba, el Mercosur, la Unasur y la Celac. En los que confluyen propuestas nacionalistas, democráticas y socialistas.

El presidente Rafael Correa en campaña por la reelección, así resumió en enero su propuesta: “estamos haciendo mejor las cosas con el mismo modelo de acumulación, antes que cambiarlo, porque no es nuestro deseo perjudicar a los ricos, pero sí es nuestra intención tener una sociedad más justa y equitativa.”

La presidenta Cristina Fernández, por su parte, puntualizó, “lo que estoy proponiendo es volver al capitalismo en serio, porque esto que estamos viviendo, no es capitalismo. Esto es un anarco-capitalismo financiero total, donde nadie controla a nadie”.

Cierra este año, con el pulso permanente de los dos campos políticos, el de los detentadores del poder tradicional articulados a los EU y el de las fuerzas transformadoras que construyen un camino propio. Campos que chocaron en las elecciones venezolanas, por el golpe en Paraguay en junio, ante el asilo dado por Ecuador a Julián Assange en agosto, por el manejo soberano de recursos propios, por la inclusión de Cuba, por las instituciones multilaterales y por la lucha anti drogas.

En junio ocurrió el mayor reordenamiento de ambos campos. El 6 se reunieron en Antofagasta la Alianza del Pacífico (México, Perú, Chile, Colombia), que representan un tercio del PIB de AL. El 21, el parlamento expulsó del poder al presidente Lugo, golpe que fue consentido por la OEA y que llevó a la suspensión de Paraguay del Mercosur, dando lugar el 28, al ingreso de Venezuela a este mercado común, con lo que se convirtió en la quinta economía del mundo.

Los Cancilleres de la OEA por consenso rechazaron la amenaza del Reino Unido contra el derecho de asilo y contra la sede diplomática de Ecuador en Londres, que asila a Assange. Los EU y Canadá se apartaron del consenso dejando constancia de sus reservas.

La nacionalización del 51 por ciento de la petrolera estatal argentina YPF, en abril, que estaba en poder de inversionistas españoles, suscitó el rechazo de los EU, México y Colombia, pero obtuvo el apoyo de la mayoría de naciones del continente. Decisión que permitió en septiembre, la firma en Moscú del convenio sobre gas, entre YPF y Gazprom.

Las comunidades indígenas de Ecuador, en junio, demandaron ante un tribunal de Brasil, a la multinacional petrolera Chevron, por 18 mil millones de dólares, por daños hechos en su territorio.

La Sexta Cumbre de las Américas realizada en abril, se pronunció a favor del regreso de Cuba a la OEA, en contra de la solitaria oposición de los EU y Canadá. En octubre la Asamblea general de la ONU condenó por abrumadora mayoría de 188 votos, el bloqueo de los EU contra Cuba.

Frente a los fallos de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en noviembre, Colombia se retiró de este organismo multilateral, en protesta por la sentencia favorable a Nicaragua; mientras Perú y Chile ratificaron con anterioridad, su aceptación al fallo sobre límites.

Más categórico fue el paso dado en mayo por Unasur, en la Cumbre ministerial de seguridad, que aprobó la consolidación del Consejo Suramericano de Defensa, para enfrentar crímenes transnacionales como el lavado de activos, el tráfico de armas, la trata de personas y la extorsión. Decisión que pasa la página del extinto Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, nacido como brazo militar de la OEA.

El persistente avance del camino propio, este año, no cesó de enunciarlo el presidente Hugo Chávez: “del Río Bravo hasta la Patagonia decimos, la tierra del sueño posible, está América, Nuestra América… es imprescindible, para nosotros, lograr la unidad de Sudamérica. Sudamérica es un continente, Norteamérica es otro continente; nosotros somos el Sur, el Sur de América, el Sur del mundo”




Balance 2012, Parte IV
Pablo Beltrán

Bálsamo para Los Quemados, No más Ácido

Las clases dominantes mantienen un consenso pleno sobre el modelo económico que le aplican a Colombia y dicen que por su perfección, no está en discusión.

Los principales pilares de su desarrollo económico los mantienen en la antiquísima costumbre de apropiarse del bien común, en la locomotora minera y en los remedios neoliberales para curar la crisis.

La entrega en concesión a las multinacionales de tierra colombiana en forma indiscriminada, amenazan páramos estratégicos como Rabanal, Belmira, Puracé, Los Nevados, Santurbán, Sumapaz y Chingaza, de los que media Colombia se aprovisiona de agua y alimentos.

Gracias a la escandalosa boda de un mafioso, en julio el país se enteró que en isla Múcura, en el Golfo de Morrosquillo, baldío de propiedad de todos los colombianos, construyeron el hotel Punta faro, afiliado a Cotelco, el gremio de los dueños de hoteles. Igual ocurre en el Parque natural de la Sierra nevada de Santa Marta, en el que dos familiares del presidente eran accionistas de otro proyecto hotelero. La lista es interminable y las ganancias son altas, por ello la cadena Marriot pagó 3 mil dólares por metro cuadrado de tierra en Cartagena. Todos atienden la invitación del presidente, quien en entrevista con el Financial times en mayo, dijo, que "a la Sierra nevada está yendo otra vez la gente a comprar tierras".

La explotación acelerada de recursos naturales castiga al país con una severa crisis del medio ambiente, que causa riesgo de desastres naturales, de los más altos de todo el mundo, según afirmo en junio el Banco Mundial.

En su visita de este diciembre, la directora del FMI, además le sacó tarjeta roja al gobierno, porque según ella, la excesiva dependencia que tiene el país de las exportaciones de materias primas, lo dejan en una posición muy vulnerable, en medio de la actual crisis económica mundial.

A las elites dominantes solamente les importa "estar bien con los analistas, los mercados y los empresarios", según recordó JC Jaramillo, el ex ministro de economía en su discurso de despedida en agosto. Dos semanas antes, manifestó su satisfacción por haber hecho 10 reformas (salud, educación, pensiones, judicial, penitenciaria, tributaria, etc.), que le habían ganado el aplauso de la multinacional calificadora de riesgo de inversión Standard & Poors.

Estamos notificados los colombianos, las reformas ya están hechas y aprobadas por el sistema financiero internacional. La de cerrar el año, la tributaria, la hace el gobierno acatando a Fedesarrollo, quien desde julio, exigió “enfrentar la desaceleración de la economía, por medio de una reforma tributaria”. Sobra decir, a quienes van a exprimir con esta reforma.

Descargar la crisis económica en las espaldas de la mayoría de la sociedad, para favorecer a una minoría de multimillonarios, resulta en el agravamiento de dos caras de la ruina nacional.

La Contraloría General en octubre, reconoció que “las instituciones estatales colombianas son inviables”, por los nuevos recortes del gasto social, y la quiebra y corrupción en que se hallan; causantes de la crisis estructural de la salud, la educación, los jubilados, las cárceles, los jueces, el instituto para la niñez (ICBF), los departamentos y municipios, etc.

Más grave que la crisis institucional son las graves quemaduras que sufre el tejido social con la miseria, el desempleo, el sub empleo, el mísero salario mínimo, el empobrecimiento de las clases medias; la explotación, prostitución y violencia contra niños y mujeres, el arrinconamiento y extinción de las etnias, el despojo de los afro colombianos y el atraso de las regiones. Quemaduras que necesitan bálsamos, no más ácidos.

Las malas noticias sobre Colombia que publican en el extranjero, de vez en cuando reflejan estas quemaduras. El Daily Mail en agosto se quejaba de “las 150 mujeres colombianas quemadas por ácido”. El Daily Mirror, a raíz de los escándalos de prostitución ocurridos durante la visita de Obama a Cartagena, afirmó que “Colombia es la Tailandia de América”, para aludir al turismo sexual como fuente de ingresos para el país. En agosto una ONG, por su parte denunció, “la subasta de menores entre 11 y 12 años de edad, para prostitución en hoteles de lujo de Medellín”.

Para distraer la atención sobre la ruina nacional, en abril el presidente hizo la promesa del año, de regalar casas gratis a los pobres. No se puede negar que este anuncio es un intento de curar un dedo, pero sin olvidar que la quemadura es en todo el cuerpo.




Tierra y Territorio en Cifras
Luis Carlos Guerrero S.

Pretendemos que, a partir de un breve bosquejo de la realidad del campo colombiano, se puedan hacer abordajes más amplios de las diversas problemáticas. Presentamos unas cifras como mirada inicial a la panorámica de la tierra, el territorio y el conflicto rural de Colombia; convencidos de poder acércanos, mediante un proceso de solución política, a caminos que alimenten la construcción de la paz con justicia social.

Compartimos la noción de territorio que se viene configurando por distintos actores sociales y políticos, los cuales tienen en común el conceptualizarlo como un espacio geográfico donde se encuentra asentada la población que incluye las relaciones con el entorno social y ambiental, la tierra, quien la controla, quien la trabaja, como la trabaja, quienes están excluidos de ellas y a quienes representan unos y otros. El territorio es una construcción social en conflicto.

En tanto, la tierra abarca una amplia gama de problemas, en los cuales unos son de carácter históricos como aquellos que van ligados a la tenencia, al uso y al acceso de ella; viejos problemas a los que ahora se articulan nuevos relacionados con la actual dinámica internacional de la economía, la presencia e incursión de grandes empresas transnacionales que desarrollan proyectos mineros y agroindustriales que han hecho posible el surgimiento de nuevos conflictos socio laborales, ambientales y culturales.

Tanto el territorio como la tierra sufren el impacto de modelos económicos que es necesario examinar y son fuentes de conflictos sociales y guerras.

Sin lugar a dudas la tierra constituye una base vital que determina la vida de la población rural, la cual constituye el 32 por ciento del total de los habitantes de Colombia. La situación de esta, refleja una aguda polarización social. En uno de los extremos hay una masa de campesinos apiñados en minifundios, micro minifundios y pobladores rurales sin tierra, que sobreviven en un mar de necesidades básicas e insatisfechas, que le determinan una condición de pobreza y excluidos de los factores de poder; a su alrededor se encuentran unos cuantos propietarios de grandes extensiones de tierra que siendo una minoría de la población rural, los identifica una característica común: la subutilización de la tierra y la dedicación de ella, en su porción mayoritaria, a la ganadería extensiva.

La situación anterior se anida en medio de una realidad de país donde la inversión extranjera no estimula el empleo digno, sino todo lo contrario, lo que hace estimular la informalidad sometiendo a los trabajadores a una escalada de explotación agresiva. Seis de cada 10 personas laboran en condiciones de informalidad. Aberrante es, que mientras una mayoría de trabajadores no alcanzan a devengar dos salarios mínimos, el sector financiero reporta crecimiento en sus ganancias del 169 por ciento.

La generalizada informalización de la fuerza de trabajo, aporta una parte del desplazamiento, puesto que dichas personas y familias son de las más vulnerables y carentes de condiciones para lograr niveles de trabajo digno y se someten a salarios por debajo del mínimo o el simple rebusque.

Un país que no conoce la ruralidad

A pesar de la creciente urbanización que ha vivido Colombia, ya mencionamos que el 32 por ciento de la población vive en el campo y el 75 por ciento de los municipios de Colombia son predominantemente rurales. Estas cifras son aproximadas debido a que el Estado colombiano hace 42 años no realiza el censo agrario nacional, el cual ha prometido hacer el gobierno actual en los años 2013 y 2014. El primer registro o censo agrario se hizo en 1960 y el segundo en 1970.

Lo anterior viola los acuerdos y políticas de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, la cual define que los censos agropecuarios deben realizarse, cada 10 años, orientaciones que han cumplido varios gobiernos de América latina, siendo Colombia parte de la lista de los deudores, contrario a Brasil, Venezuela, Chile, Argentina, Bolivia y México que hicieron el respectivo censo en esta primera década del siglo XXI.

Por lo anterior salta a la vista una pregunta: ¿sobre qué base o fundamentos de la realidad rural los gobiernos construyen las leyes, diseñan las políticas públicas, y se elaboran los planes de desarrollos para el campo?

¿A partir de que fundamentos se propone el gobierno, aportar a la solución de los graves problemas del campo si carece de este instrumento de medición efectiva?

D
espojo, violencia y pobreza

Cerca de 6.6 a 8 millones de hectáreas de tierra, han sido despojadas a los pobladores del campo, quienes han sido violentamente expulsados del mismo desde hace 20 años. Estos 6.6 a 8 millones de tierra que engrosaron las propiedades terratenientes gracias a la aplicación del terrorismo de Estado, con su punta de lanza el paramilitarismo, constituye un 12.9 por ciento de la superficie agropecuaria.

Según estadísticas, en el transcurso de 13 años, aproximadamente 3.6 millones de indígenas, afrosdecendientes y campesinos, han sufrido el desarraigo de sus territorios, el primer mayor desplazamiento del mundo después de Sudán, Irak y Afganistán. Del total de 3.6 millones de personas desplazadas el 65 por ciento son menores de 25 años.

Los niveles de pobreza en los territorios urbanos son de un 45 por ciento en promedio; en tanto en el campo el nivel de pobreza asciende al 64 por ciento. Mientras el promedio nacional de necesidades básicas insatisfechas es de 27 por ciento; para la población indígena es del 57 por ciento y para los afrodescendientes es del 66 por ciento. En los municipios definidos como de alta ruralidad, las personas con necesidades básicas insatisfechas ascienden al 74,66 por ciento, según PNUD.

La propiedad y el control de la tierra, explican la violencia que se vive en Colombia. En los últimos 25 años se han causado más de 250 mil muertes en el campo. Desde junio del 2011, sin haberse producido la anunciada restitución de tierras, han sido asesinados más de 69 líderes campesinos, que reclamaban el derecho de volver a ocupar sus tierras. Para impedir el retorno de los millones de desplazados se ha organizado por los señores de la tierra el llamado “ejército anti restitución” que tiene presencia en 400 de los 1.050 municipios del país.

Concentración de la tierra

El Informe de Desarrollo Humano Colombia 2011 del PNUD afirma que el 52% de la gran propiedad está en manos del 1,15 por ciento de la población; mientras que el resto tiene sólo pequeñas y medianas posesiones.

El coeficiente GINI es un indicador para medir la desigualdad en una sociedad y va de 0 a 1; cuando más se acerca al 0 es más equitativa la sociedad y cuando se aproxima el 1 es más desigual. El grado de concentración de la tierra en Colombia presentó en el año 2000 un coeficiente GINI de 0.86 y en el año 2009 fue de 0.88. Esto hace de Colombia uno de los países mas desiguales del mundo.

Los ganaderos concentran cerca de 38 o 39 millones de hectáreas de las 44 millones disponibles para lo agropecuario. El potencial de tierras aptas para ganadería es de 23 millones de hectáreas. En tanto que el potencial de tierra aptas para la agricultura es de 21 millones de hectáreas de las cuales solo se cultivan 4.9 millones, o sea un aproximado de 22.7 por ciento. La ganadería monopoliza el uso de las tierras. Colombia es entonces, un inmenso potrero.

Los ganaderos se oponen a una reforma agraria que democratice el acceso y modifique el uso de la tierra. Entre ganaderos y agricultores de escuchan opiniones contrarias. Los voceros de Fedegan cuando han manifestado la voluntad para hacer algún cambio en la política agropecuaria proponen que se realice en el sentido de "reconvertir 10 o 15 millones de hectáreas para áreas forestales, agricultura o producción de agro combustibles". Debemos producir para la globalización es la apuesta de los ganaderos, extendiendo aún más los cultivos de palma, caña, yuca y otros destinados a la exportación. (El tiempo, entrevista a Laforiue).

De un lado el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, Rafael Mejía, asegura que existe una brecha enorme entre el uso actual de la tierra y su potencial de aprovechamiento; y que, además, sectores como el ganadero agudizan la crisis porque están utilizando más hectáreas de las que en realidad necesitan.

Seguridad Alimentaria

Colombia dispone de más de 20 millones de hectáreas con vocación para la producción agrícola, de las cuales cultiva anualmente menos de 5 millones. De una situación altamente favorable que permite producir y disponer de todos los alimentos para los colombianos y garantizar la seguridad alimentaria, nos encontramos en una dependencia alimentaria con volúmenes grandes de importación de productos alimenticios.

En Colombia es evidente, entonces que se manifiesta una disminución del abastecimiento de alimentos con producción nacional fundamentalmente de los pequeños y medianos productores agropecuarios quienes soportan gran parte de la seguridad alimentaria. A finales de los 80, Colombia producía mas del 90 por ciento de sus alimentos básicos; en los últimos diez años se paso de importar 5 mil millones de pesos a 9 mil millones y los precios se han encarecidos en una tendencia sostenida. Las prioridades en el plan de desarrollo agropecuario no van dirigidas a corregir tremendo problema.

Hace diez años, según el Dane, más del 15 por ciento de la tierra de las grandes fincas, se destinaba a pastos, lo que constituía el 42 por ciento de las tierras ganaderas, en tanto que para usos agrícolas destinaban el 0.8 por ciento.

Una consecuencia de la inseguridad alimentaria tiende a alimentar otra problemática referida a la producción de la dieta de baja calidad, o abundancia de la comida denominada chatarra. La soberanía alimentaria se convierte en un tema estratégico.

Según estadísticas de la SAC el agro representa el 8 por ciento del producto interno bruto (PIB) de Colombia y emplea a unos 10,6 millones de personas. No hay duda que el agro junto a otros reglones como la manufactura son los que más aportan al empleo; sin embargo el estímulo en las políticas económicas va por la vía de la locomotora minera que se ha convertido en la principal receptora de la inversión siendo la que menos empleo genera y produce mayor destrucción socio ambiental. Según el ministro de Minas la inversión minera creció en el año 2012 hasta situarse en unos 12 mil millones de dólares.

Minería y Cambios en el Territorio

La política minera ha llevado a que se hayan destinado 5.8 millones de hectáreas de tierra con destino al establecimiento de grandes proyectos mineros; de estos 2 millones de hectáreas están ubicadas en los páramos, donde por ley es prohibida dicha actividad. (Ver informe de contraloría general de la República 2011). Recientemente, en el mes de junio, el gobierno declaró 17,6 millones de hectáreas de tierra como reserva minera destinada a los mega proyectos mineros de transnacionales, que impactan negativamente a departamentos con abundante biodiversidad. Colombia ha sido potrerizada y ahora se nos propone que sea convertida en un enorme socavón minero.

Grave la situación del departamento del Cesar que ha sufrido un profundo cambio en el uso de la tierra, pasando de ser productor agrícola a minero. Extrema es también la situación del departamento de la Guajira.

La guajira es considerada por el gobierno colombiano como una DESPENSA NACIONAL DE RECURSOS NATURALES del país, al servicio de las trasnacionales. En La Guajira cada día somos más pobres, pero paradójicamente cada vez aumentan las solicitudes de licencia para explotar sus recursos, como son: carbón, gas natural, petróleo, sal y otros yacimientos minerales. Sin hablar de las grandes reservas de agua dulce, biodiversidad y oxígeno. A las que ya les pusieron el ojo.

De los casi 800.000 habitantes de La Guajira, más de 600.000 se encuentra en la línea de pobreza, y lo que es peor, más de la mitad está en la línea de pobreza extrema. Contrasta todo esto con que el departamento produce actualmente el 85% del gas natural que se consume el país y es el mayor exportador de carbón hacia los mercados internacionales.

Podríamos hacer un listado mayor de las situaciones del campo. Pero es deber de todos los colombianos y colombianas hacerlo para que los cambios sean de la misma dimensión y profundidad de los problemas estructurales.