domingo, 24 de junio de 2012

Los intereses en prolongar la guerra







Revista Insurrección (Lunes, 18 de Junio de 2012) ELN de Colombia

Después de casi sesenta años de conflicto interno y guerra injusta contra el pueblo, que es quien pone los muertos y padece todo tipo de sufrimientos, mientras que la oligarquía y los que hacen la guerra a favor de ésta, se enriquecen y acumulan capital, es apenas legítimo que las grandes mayorías de la Nación reclamen y exijan la paz.|

Tras la guerra hay muchos intereses en juego, tanto de la ultraderecha como la de la oligarquía cipaya, los militares colombianos y los Estados Unidos. Unos y otros se oponen a buscar la solución política que haga posible que la paz con justicia social, estable y duradera sea la que impere en Colombia.

Para la oligarquía el interés es no dejar que el país cambie favoreciendo también a las grandes mayorías nacionales, sino que este siga igual como viene, derramándoles mayores beneficios económicos a ellos y a las multinacionales; Los militares son otros de los grandes beneficiarios de la guerra, pues además de enriquecerse con el abundante presupuesto destinado a profundizar ésta, temen perder su autoproclamado estatus social de “defensores de la Patria y la democracia”.

Para los imperialistas gringos el respaldo a la oligarquía está dentro de sus intereses, pero los fundamentales para ellos son los económicos y geopolíticos, dada la ubicación estratégica del país y la posición lacaya del gobierno colombiano. Interés que actualmente cobra fuerza ante la pérdida de hegemonía en el Continente, y el temor que Colombia se sume a la corriente de los gobiernos que se liberan de la dependencia y toman distancian de la política estadounidense.

Otro interés común de los dos gobiernos es la destrucción de la revolución bolivariana y del liderazgo del Presidente Hugo Chávez, instigada por el gobierno de los Estados Unidos y las oligarquías del Continente, acusándolo de perturbador y desestabilizador de la región y señalado por el gobierno colombiano de apoyar a la insurgencia y el terrorismo.

En la actualidad la prioridad de los Estados Unidos no es tanto por el conflicto social y armado colombiano, sino la desestabilización de la revolución bolivariana y acabar con el liderazgo del Presidente Hugo Chávez.

Desde este punto de vista la presencia de las guerrillas colombianas a lo largo de la extensa frontera de 2.800 kilómetros, es un atranque para sus planes y la estrategia que viene utilizando de montar y financiar grupos de mercenarios en las fronteras para promover guerras civiles, darles reconocimiento político y tumbar gobiernos que se han ido apartando de sus políticas, como es el reciente caso de Libia y el que se adelanta en contra del gobierno Sirio.

Las presiones del gobierno Colombiano al Venezolano sobre la seguridad en la frontera, no es otra que limpiar ésta extensa zona de la presencia guerrillera y dejar el espacio libre para que los paramilitares que actualmente tienen su avanzada en los Estados de Táchira y Zulia, se extiendan al resto de toda la zona fronteriza y avancen hacia el interior de ese país, dentro de los planes de la derecha venezolana y el gobierno gringo. .

Vista así las cosas, lograr la paz en Colombia se complejiza y trasciende afectando los países vecinos, especialmente los que están en sus fronteras. De ahí que deba ser preocupación de UNASUR el contribuir a buscar la solución política al conflicto sexagenario.

El pueblo tiene derecho a la paz


En cuanto a la solución del conflicto interno, hay en Colombia dos visiones fundamentales que corresponden a los intereses en juego. La una propende y equipara paz con pacificación, donde las guerrillas se deben desmovilizar y desarmar por las buenas o las malas, sin que se aborden las causas generadoras que dieron origen a su surgimiento.

Para la otra visión, la paz es producto de un proceso de construcción donde se busque solución a las causas que generaron la guerra y la alimentan. Una paz con la participación de los movimientos sociales y el conjunto de la nación, pues la paz no es propiedad exclusiva del gobierno que dice tener “la llave” en sus manos.

Estas dos visiones que marchan por orillas diferentes, solo es posible que avancen hacia un punto de encuentro, por la acción y movilización de las grandes mayorías que reclaman cambios urgentes en el país y la solución política al conflicto para que sea viable la construcción de la paz.

Por eso es urgente que todos los que rechazamos y estamos afectados por este modelo injusto de sociedad y afectados por la guerra, construyamos un gran movimiento donde quepamos todos los que soñamos con la paz real, estable y duradera, resultado de los cambios que el país necesite se traduzcan en justicia y bienestar social para todos los colombianos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.