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Nicolás Rodríguez Bautista (ELN) y Timoleón Jiménez (FARC-EP) |
Comunicado:
Cumbre de Comandantes FARC-ELN
Lunes, 01 Julio 2013
Editorial N.379 / Revista Insurrección
Los máximos comandantes del Ejército de
Liberación Nacional ELN y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
Ejército del Pueblo FARC-EP comunicamos a los integrantes de las dos
organizaciones, a sus masas organizadas, a sus simpatizantes, al pueblo
colombiano y a la opinión pública nacional e internacional, que en algún lugar
de la Patria hemos celebrado una reunión cumbre, en medio de un fraternal
ambiente de unidad y camaradería, con el propósito de fortalecer los avances
del proceso unitario del movimiento guerrillero y revolucionario de nuestro
país.
En dicha reunión, además de tratar, reflexionar y
superar definitivamente diversos incidentes que condujeron en el pasado a
contradicciones, distanciamientos y choques entre las dos fuerzas, abordamos
diferentes asuntos de carácter estratégico para el futuro de la nación.
Entre ellos destacamos la importancia de trabajar
por la unidad de todas las fuerzas políticas y sociales empeñadas en la
realización de cambios profundos en la sociedad, su economía, la política y la
institucionalidad colombiana; la importancia que tiene la Paz con Dignidad y
Justicia Social para el futuro de la nación y el continente, así como el
reconocimiento expreso y sincero que cualquier solución al conflicto interno de
nuestro país por las vías del diálogo, pasa por la ineludible necesidad de
adelantar conversaciones con toda la insurgencia colombiana.
En Nuestra América soplan hoy poderosos vientos
hacia la democracia, la soberanía, la justicia social, el buen vivir y la
integración de nuestros pueblos. Los colombianos no podemos permanecer al
margen de este proceso histórico hacia la definitiva independencia.
El ELN y las FARC–EP, comprometidos y unidos en el
mismo objetivo de alcanzar una sociedad democrática, incluyente, soberana y en
paz para los colombianos, invitamos a todo nuestro pueblo a trabajar unido y a
movilizarse en esa dirección.
MONTAÑAS DE COLOMBIA
Junio de 2013
Nicolás Rodríguez Bautista Timoleón Jiménez
Comandante del ELN Comandante de las FARC-EP
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Publicado el Lunes, 01 Julio 2013 05:00
Escrito por Nicolás Rodríguez Bautista – Comandante
ELN / Timoleón Jiménez – Comandante FARC-EP
La paz es la más noble, justa y legítima
aspiración de nuestro pueblo. La guerra ha sido una imposición de las clases
dominantes para perpetuarse en el poder y para sostener un régimen político
elitista, intolerante, injusto, corrupto e incapaz de dar solución a las más
sentidas necesidades de la nación.
La violencia ha sido una característica de las
clases dominantes en Colombia. Como respuesta a esa agresión ha surgido y se ha
desarrollado por más de 50 años la insurgencia armada como una expresión
política que levanta las banderas de participación democrática, de inclusión
social para los pobres y todos los excluidos, de defensa de la soberanía
nacional ante la entrega desmesurada de nuestras riquezas al capital
transnacional. Desde esa perspectiva la solución política al conflicto social y
armado, que implica el cese de la guerra sucia y la agresión contra el pueblo,
es parte de nuestro horizonte estratégico por la paz en Colombia.
Para hacerlo posible se necesita la más amplia
unidad, coalición y movilización de todos los sectores populares, pueblos
originarios, comunidades afrodescendientes, las clases medias, personalidades
democráticas, artistas, iglesias, mujeres, comunidad LGBTI, la juventud en
todas sus expresiones, los intelectuales, los académicos y los más diversos
matices que integran la izquierda en Colombia, para neutralizar políticamente
al militarismo y la extrema derecha que son los que insisten en la guerra sin
cuartel.
La paz de Colombia requiere la lucha de mayorías
para enfrentar al neoliberalismo, sus tratados de libre comercio, al voraz
capital internacional y sus corporaciones transnacionales, para defender lo
nuestro, los recursos naturales, los ecosistemas, la biodiversidad, la economía
e industria nacionales, los intereses del pueblo y sus trabajadores, y así
poder construir un futuro de bienestar y de buen vivir para todos. Esto exige
abandonar actitudes dogmáticas y sectarias, estar abiertos a una amplia
dinámica de alianzas que conduzca a edificar la Nueva Colombia.
La solución política no puede ser entendida como la
simple desmovilización y desarme de las guerrillas, sin cambios estructurales
para que todo siga igual, sino como el camino que conduzca a la solución de las
causas que generaron la guerra y hacia una democratización plena.
Esta solución política requiere de garantías para
que la sociedad participe e instrumentos que viabilicen la transición a una
sociedad en paz con justicia social. Una Asamblea Nacional Constituyente sería
un mecanismo idóneo por cuando convocaría a nuevos y auténticos consensos
construidos con la más amplia y plena participación de la sociedad.
Para que dicha Asamblea Nacional Constituyente
cumpla los objetivos de asegurar la paz y la justicia social para los
colombianos debe contar con la participación representativa de la insurgencia y
la participación democrática de todos los sectores que integran la nación. Que
tanto su convocatoria, su composición y su mandato constituyan un verdadero
tratado de paz estable y duradera para Colombia.
La nueva realidad de Nuestra América observa
expectante los desenlaces positivos hacia la paz de Colombia, por cuanto todos
sus pueblos son conscientes que la Paz de Colombia es la Paz del Continente. El
ELN y las FARC-EP agradecemos y valoramos el apoyo brindado por la comunidad
internacional y países en particular a esos esfuerzos, al tiempo que destacamos
especialmente el legado del Comandante Hugo Chávez Frías para hacer realidad
este sueño.
Montañas de Colombia, junio de 2013
Nicolás Rodríguez Bautista Timoleón Jiménez
Comandante del ELN Comandante de las FARC-EP
Publicado el Lunes, 01 Julio 2013 05:00
Escrito por Pablo Beltrán
Por esas raras coincidencias de la vida, un 4
de julio de hace 237 años, los actuales Estados Unidos declararon su
independencia del imperio británico, mientras otro 4 de julio de hace 49 años,
se fundó la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional de Colombia, en las
montañas del Magdalena Medio, a 220 kilómetros al norte de Bogotá.
En la Declaración de independencia de 1776, se
consagró el derecho a la rebelión de los pueblos contra la dominación, causa
idéntica a la que dio origen al Ejército de Liberación Nacional, pero hoy
mientras los EU ejercen como imperio mustio, las guerrillas colombianas cumplen
la misión de Espartaco.
La mutación que transformó el poder nacional de los
EU, de ser anti imperialista, hasta convertirse en nuevo imperio, es una
modificación estructural incubada en sus cromosomas, desde su gestación como
nación. De la mano de los bancos y del racismo, los EU se convirtieron en un
imperio que domina tanto a su propio pueblo, como a muchos pueblos del mundo.
La maldición de Jefferson
En 1773, el Parlamento en Londres modificó por ley
el impuesto al té, para evitar la quiebra de la Compañía Inglesa de la Indias
Orientales, maniobra que fue rechazada por los colonos de Norteamérica, por
tratarse de una violación a su derecho a no ser gravados, por una institución
en la que no tenían representantes propios. Esta rebelión dio inicio a la lucha
que culminó con la independencia de los EU, obtenida en 1783.
La Compañía como empresa privada monopólica, era el
corazón del imperio británico, por lo que la rebelión de los colonos atacó los
lazos que colocan al Estado al servicio de un interés privado minoritario.
En 1791, en el debate sobre la fundación del Banco
de los EU, Thomas Jefferson, el principal redactor de la Declaración de
independencia y tercer presidente de los EU (1801-1809), advirtió sobre la
reaparición de la misma amenaza, contra la que habían luchado los colonos
independentistas:
“Yo creo que las instituciones bancarias son más
peligrosas para nuestras libertades que los enemigos declarados. Si el pueblo
estadounidense permite alguna vez, que los bancos privados controlen el asunto
de su moneda, primero por inflación, luego por deflación, los bancos y las
corporaciones que crecen a su alrededor le quitarán al pueblo toda su propiedad,
hasta que los niños despierten sin casa en el continente que sus padres
conquistaron”.
Su advertencia se convirtió en una maldición hecha
realidad en 2008, con la ruina de las hipotecas en Norteamérica, que
desencadenó la actual crisis capitalista mundial.
El mito de la raza superior
En 1823, James Monroe, el quinto presidente
estadounidense (1817-1825), consolidó el Banco de los EU, a la vez que declaró
a “América para los americanos”, Doctrina por la cual la potencia
norteamericana clasifica a todo el continente, como su Espacio Vital
Indispensable, de su exclusivo dominio, en el que no deben hacer presencia
otras potencias.
En 1904, tras desmembrar a Panamá de Colombia, el
vigésimo sexto presidente de EU, Teodoro Roosevelt (1901-1909), legalizó su conquista
con un agregado a la Doctrina Monroe, según el cual, los EU se reservan el
derecho de intervenir en los asuntos internos de cualquier país de América
Latina, ante la ocurrencia de un acto ilegal.
Desde finales de siglo diez nueve, con el apogeo imperialista,
se impuso la ley de la Esfera de Influencia Necesaria para el desarrollo de
cada potencia, que fue reglamentada por sucesivos pactos mundiales. Teoría
fundada en la supuesta superioridad de la raza blanca y en el deber divino que
tiene de ‘civilizar’ al resto de humanidad.
Hasta nuestros días, cada ruptura de un pacto sobre
las Esferas de Influencia Necesaria, da inicio a una guerra imperialista, la
que concluye con un nuevo pacto.
La Alemania de Hitler justificó sus agresiones a
otros pueblos en el mito de su superioridad, que exigía un Lebensraum o Espacio
Vital Indispensable, para su completo desarrollo como raza superior.
Espartaco renace
El dominio total de la banca privada sobre la vida
de los estadounidenses se consolidó entre 1913 y 1935, con la creación de la
Reserva Federal. Época en que el magistrado Louis D. Brandeis hizo parte de la
Corte Suprema, desde donde, como Jefferson, alzó su voz contra esta tiranía:
“Podemos tener democracia o riqueza concentrada en
unas pocas manos, pero no podemos tener ambas”.
Tiranía que lleva al colapso a la potencia
norteamericana, visibilizado con la histórica crisis capitalista de los últimos
cinco años y agrandado con el desgaste de las fallidas guerras imperialistas,
que desnudan la ruina de su discurso sobre la democracia.
En 2008, Michel Vlahos, asesor de varias agencias
de defensa de los EU, analizó esta ruina en “Por qué perdemos nuestras guerras”,
en Military Review:
“No podemos ayudar a aliados autoritarios a
reprimir a las poblaciones de sociedades (en qué), como sabemos bien, cualquier
insurgencia anulará el logro de la fuerza policíaca del tirano y se creará una
situación como en la época del imperio romano, cuando Espartaco andaba suelto”.
Espartaco renace ahora, tanto en el seno de la sociedad
norteamericana, como en otros pueblos que luchan contra el imperialismo.
La insurgencia Rojo y Negro
Cada intervención de los EU en América Latina y El
Caribe ha sido respondida con lucha insurgente, agrupada muchas veces bajo
banderas Rojo y Negro.
En Colombia, las distintas fases de guerra
imperialista, han sido asumidas por la minoría gobernante -guerra contra el
comunismo, guerra contra las drogas, guerra global contra el terror-, al tiempo
que han sido confrontadas por las fuerzas populares. Dentro de este pulso nacen
en 1964, las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y
del Ejército de Liberación Nacional.
Hoy, Washington continúa su plan de guerra contra
revolucionaria dirigido a aislar, desestabilizar y debilitar a las fuerzas
revolucionarias, que no son y que son gobierno en los países de América Latina
y El Caribe.
La pregunta obligada para la minoría dominante en
Colombia es, ¿hasta cuándo va a seguir enganchada a los planes de guerra
permanente del imperio?
Hace siete años, le propusieron al Ejército de
Liberación Nacional tomar distancia con las revoluciones de Cuba y Venezuela,
para mejorar su relación con la potencia norteamericana… la opinión conoce cuál
fue la respuesta.
Para concluir hay que decir, que sería saludable
para este continente, si los EU asumen la Política del Buen Vecino,
desarrollada por Franklin D Roosevelt durante su presidencia (1933-1945).
Publicado el Lunes, 01 Julio 2013 05:00
Escrito por Rómulo Carvalho
El Observatorio de Medios de Información y
Comunicación del ELN relata en cuatro tiempos el conflicto narrado por el
teatro de operaciones de guerra contra el pueblo colombiano, representado
cronológicamente en los titulares de las principales empresas de contenidos
periodísticos colombianos que crean una realidad desfigurada y provocan un
criminal desenlace.
La escenografía
El telón no se abre, la realidad es invisible ante
el foco de los medios, esta región como tantas otras en Colombia vive la
maldición de la abundancia. La riqueza natural y su ubicación estratégica
debería representar el buen vivir de sus pobladores. Sin embargo para nuestra
trágica realidad nacional, es sinónimo de miseria y represión.
El Catatumbo es un pueblo devastado por las
masacres militares y paramilitares y vive al desgobierno. Sus once municipios
viven en total abandono, no hay vías, educación, ni salud y su modelo económico
es antagónico al campesinado. La organización popular reconstruye su tejido
social y su historia de lucha y resistencia labra un nuevo levantamiento
campesino.
El Inicio - La resistencia
Se abre una fisura en el telón, los principales
medios nacionales mantienen el silencio y solo pequeñas notas dan cuenta del
conflicto campesino, el 12 de junio el Tiempo registró: “Tras asonada, declaran
toque de queda en Tibú, Norte de Santander” el mismo día RCN La Radio,
victimizó a los agresores con el titular, “Decretan toque de queda en Tibú por
disturbios que dejan dos policías heridos” y en otra nota de la misma fecha El
Tiempo tituló, “Minagricultura visitará zona de protesta campesina en Tibú” En
esta pieza periodística el protagonista es el ejecutivo nacional, no la
protesta, ni sus causas.
Pasan los días y el conflicto se agudiza, los
informativos ocupan su agenda en otros temas, entre los cuales una nota de El
Espectador abre la primera carta del plan de pacificación en el Catatumbo. El
18 de junio tituló, 'Militares podrían abrir fuego contra civiles que
consideren guerrilleros' en el comentario principal registró, “Según Ángela
María Robledo, el concepto de ‘blancos legítimos’ posibilitaría abrir fuego
contra personas que pierden su condición de civiles.
El Nudo - La voz de orden
Al día inmediatamente posterior, la agenda de los
principales medios dieron a conocer al país, que en el Catatumbo se vivían
intensas y masivas manifestaciones. Sin embargo el 19 de junio la protesta campesina
no era la protagonista de la noticia, la fuente era Santos quien afirmó, como
lo registraron muy coincidencialmente El Tiempo, Caracol Noticias y Noticias
RCN con el mismo titular, “'Marchas en el Catatumbo están infiltradas por las
FARC–EP: Gobierno”
Diferenciándose una de otras con el comentario
resaltado por su redacción, la cual llama especial atención la resaltada por
caracol noticias “El jefe de Estado calificó de “torpeza” que el grupo
negociador de la guerrilla haya pedido que la fuerza pública no reprima las
protestas en Norte de Santander.” Y la de Noticias RCN “La denuncia la hizo el
Presidente tras las declaraciones de las FARC–EP en las que pidieron acabar con
la “brutalidad” de “escuadrones” contra campesinos en la región.”
Solo hasta el 22 de Junio El Espectador, en una
minúscula nota de relleno tituló: “Campesinos del Catatumbo preocupados ante
estigmatización de Presidente Santos” y en el comentario su redacción resaltó “Aseguraron
que están marchando de manera pacífica con el fin de que se les dé respuesta a
sus propuestas.”
Entre tanto, otras pequeñas notas judiciales
registraban: “Otro miembro de las protestas en el Catatumbo fue enviado a la
cárcel” y su comentario principal rezaba: “Un juez de control de Garantías de
Ocaña (Norte de Santander) envió a la cárcel a un hombre identificado por las
autoridades como Ramón del Carmen Ortega, quien habría participado esta semana
en las manifestaciones que se realizan en Tibú.”
Estas reducidas notas reforzaron la criminalización
de la protesta social, junto a otras redactadas por el ministerio de defensa
como la publicada en la W Radio: “Explosivistas de las FARC–EP infiltraron
marcha de campesinos en Catatumbo: general Palomino”
El Desenlace - El blanco legitimo
La orquestación de la pacificación del Catatumbo
llegaba a su esperado final. El 24 de junio El diario regional La opinión
publicó: “Protestas campesinas en Ocaña se tiñen de sangre, dolor y muerte”,
con un pie de foto en el que resaltó el siguiente comentario, “Escenas de dolor
y llanto se vivieron al reclamar el cadáver del campesino Yonel Jácome Ortiz,
muerto durante los disturbios en la vía al Aeropuerto. Su madre Carmen María
Ortiz permaneció en silencio sentada en un andén”.
Al siguiente día, el 25 de junio, ya no pudieron seguir
tapando el sol con un medio; las noticias se reproducían en la mayoría de los
medios pero en un segundo plano en su presentación, el contenido redundaba en
información criminalizadora de la protesta y su titular reflejaba la tragedia
de la muerte pero callaba frente al perpetrador.
El Espectador tituló: “Dos campesinos mueren por
disparos en la protesta del Catatumbo”, La agencia EFE vendía el titular: “Otro
campesino muere en las protestas del Catatumbo” y resaltaba en el comentario “Hasta
el momento, se conoce que tres personas han fallecido por impactos de bala”.
El mismo día la información competía con titulares
que justifican el “blanco legítimo”, registrando como lo hizo el programa Hoy
por Hoy de Caracol Radio: “Sí hay participación de la guerrilla en protestas
del Catatumbo: Policía” y resaltó en su comentario: “El general Yesid Vásquez,
comandante de la Regional No. 5, dijo que muchos campesinos han intentado
regresar a sus parcelas, pero no los dejan”.
Entre tanto, el conflicto se recrudecía y la
revista semana rompió su silencio cómplice con el titular “Cuatro muertos y 37
heridos dejan enfrentamientos en el Catatumbo” como si se tratara de una
disputa entre iguales. De nuevo se calla frente al ejecutor y la forma en que
asesinaban a sangre fría; por impactos de bala ejecutado francotiradores como
lo demuestran los videos tomados por los manifestantes que circulan en las
redes sociales con la etiqueta #CATATUMBORESISTE
El mismo día la agencia EFE difundió una pieza
periodística titulada: “Protesta campesina en Catatumbo podría crecer”, con el
fin de insistir en la supuesta infiltración guerrillera con comentarios como: “Miembros
de la Fuerza Pública que se encuentran custodiando la región del
Catatumbo insisten en la teoría que la guerrilla de las FARC–EP está
detrás de las manifestaciones, que luego de dos semanas de protesta han
generado grandes complicaciones.”
Matriz en la que hasta el defensor del pueblo
aportó generando una pieza desinformativa que tituló: “Defensor del Pueblo cree
que las protestas de Catatumbo sí están infiltradas”.
La orquestación que permitió el silencio cómplice
de los medios y la tergiversación en su presentación obligada, justificó el
asesinato premeditado de cuatro campesinos que reclamaban sus derechos junto a
decenas más que sufrieron mutilaciones y heridas por impactos de fusil. Crimen
ordenado por Juan Manuel Santos y acatado por francotiradores del ejercito
amparados bajo el supuesto “blanco legítimo” ante la voz de orden: “'Marchas en
el Catatumbo están infiltradas por las FARC–EP”.
El objetivo de desmovilizar con el terror del
aparato del estado a la reprimida manifestación campesina no se logró, el
Catatumbo resiste.
Este relato de guerra no podía tener otro remate,
varios medios publicaron el titular vendido como un supuesto escandalo bajo la
frase: “Director de la Policía dice que los colombianos extrañan a Uribe Vélez”,
resaltando amañadamente el siguiente comentario: “El general José Roberto León
Riaño, director de la Policía Nacional, afirmó en una conferencia revelada por
la emisora La F.M. que los colombianos extrañan mucho al ex presidente Álvaro
Uribe porque acababa con las alteraciones de orden público, mientras el
presidente Juan Manuel Santos hace mesas de diálogo mientras la protesta crece.”
La operación de desinformación sería aún mayor si
los medios alternativos no hubiesen dado una dura batalla frente a los gigantes
de la manipulación y los activistas no hubiesen contado con las redes sociales
que permitieron compartir la verdad. (Ver #CATATUMBORESISTE)
Sin embargo la orquestación se fraguó, el gobierno
Santos asesinó cuatro campesinos desarmados para mantener sus privilegios y no
cederle ni un espacio al pueblo. ¿La violencia del régimen se repite en el
Catatumbo como lo ha hecho en otras regiones del país, en contraste con su
aparente discurso de paz? Estos crímenes de estado no son muestras de paz sino
de guerra. No se puede tapar el sol con un medio.
Publicado el Lunes, 01 Julio 2013 05:00
Escrito por Frente Internacional Comandante Milton
Hernández
Cuatro años han pasado desde aquel fatídico golpe
de estado que Washington y la oligarquía hondureña orquestaron en contra del
gobierno democrático de Manuel Zelaya, imponiendo a una dictadura
cívico-militar encabezada por Roberto Micheletti.
Ese 28 de junio del 2009 se develaron dos cosas: 1)
la nueva estrategia de agresión del Pentágono para Nuestra América, la llamada
estrategia del “poder suave e inteligente” que impuso Barack Obama como modelo
de diplomacia internacional, y que se encarnó como el “golpe de estado de nuevo
tipo”. Y, 2) el surgimiento de una sorprendente y valiente resistencia social
manifestada en el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), una amplia
coalición de movimientos que se juntaron para enfrentar al fascismo en las
calles y en el campo hondureño.
Respecto al primer punto, el politólogo Marcos
Roitmann (2012) señala que, para los golpes de nuevo tipo, “ya no es necesario
que las fuerzas armadas estén en primera línea. Los golpes de Estados pueden
remitirse a los parlamentos y desbancar gobiernos legítimos. No por ello dejan
de ser golpes de Estado”.
Segundo, hay que resaltar la resistencia popular
hondureña, que se ha enfrentado al terrorismo de estado con valentía y dignidad
durante estos cuatro ignominiosos años. Han sido centenares de muertos,
desparecidos y torturados. “Ahora la muerte en la calle a los defensores de
derechos humanos, a los campesinos, los jóvenes, periodistas y las violaciones
a las mujeres forman parte del paisaje de Honduras”, denuncia Bertha Oliva, portavoz
del Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos en Honduras (Cofadeh).
Como botón de muestra, el pasado 24 de mayo, Bertha
Cáceres, reconocida dirigente del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e
Indígenas de Honduras (COPINH), fue detenida ilegalmente por el ejército y la
policía bajo falsos cargos. El móvil real es el acompañamiento que COPINH le
hace a las comunidades indígenas resisten la imposición de un mega-proyecto
hidroeléctrico en la zona del Rio Blanco.
Pese a la guerra del estado hondureño contra su
pueblo, la resistencia ha mantenido viva la bandera de la refundación de la
patria, por una democracia participativa y la construcción del poder popular.
Breve recuentro del golpe
Zelaya, político liberal tradicional, miembro de la
oligarquía hondureña, decidió romper con el guion. Ingresó Honduras en
Petrocaribe y el ALBA; encabezó el movimiento en la Asamblea General de la OEA
de San Pedro Sula, para derogar la exclusión de Cuba del Sistema Interamericano
aprobada por esa organización en 1962; estableció relaciones de amistad y
cooperación con Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y otros países de izquierda y
progresistas; propuso una Asamblea Constituyente Popular como mecanismo de
refundación de la patria; planteó el desmantelamiento de la base militar yanqui
de Palmerola, para ser sustituida por un nuevo aeropuerto internacional. Para
el imperialismo, estas medidas eran imperdonables.
Consumado el golpe, Zelaya cometió el error de
depositar su confianza en la promesa de Obama y de la OEA de actuar en función
del restablecimiento de la democracia, quienes, por el contrario, orquestaron
la farsa «mediadora» de Oscar Arias. La Resistencia Popular fue desgastada
enfrentando al fuerzas represivas y el terrorismo de estado mientas Zelaya
negociaba. El gobierno militar impuso nuevas elecciones en condiciones de
absoluta desigualdad para las fuerzas progresistas en las cuales Zelaya no pudo
participar, y el golpismo impuso a Porfirio Lobo como presidente “legitimo”.
El golpe de estado de Honduras fue el inicio de la
contraofensiva imperial diseñada para contener la ola progresista
latinoamericana. Fue sucedido por el acuerdo entre Colombia y EE.UU para
instalar siete bases militares en territorio colombiano (noviembre 2009);
seguido por un acuerdo para instalar EE.UU, en el seno de los países miembros
de Petrocaribe (junio 2010); el convenio con Costa Rica que permite que la
marina estadounidense patrulle aguas ticas y la presencia de 7,000 marines en
suelo costarricense (junio 2010). En septiembre 2010 se dio el intento de golpe
en contra de Rafael Correa en Ecuador. Efectivamente, el golpe de estado de
Honduras fue un parte-aguas en la gran disputa continental.
El saldo final es que el ALBA perdió un miembro y
no ha ganado ni uno más; sumado a una violencia interna dirigida contra la
sociedad que no ha cesado.
Venga la esperanza
Gracias a la heroica resistencia del Frente
Nacional de Resistencia Popular durante estos cuatro años, se conformó el
partido Libertad y Refundación – LIBRE – con Xiomara Castro como candidata
presidencial para las elecciones nacionales del próximo noviembre.
Su plataforma es clara: “una propuesta de una
refundación del país, convocando a un nuevo pacto social a través de una
Asamblea nacional constituyente originaria, incluyente y de profunda popular.”
Y su programa continúa: “nunca más seremos plataforma de agresión contra países
hermanos. Nunca más someteremos nuestra política exterior a los designios de
otros, y buscaremos los caminos de la integración latinoamericana y del Caribe.”
“La consigna es que no quede ningún hondureño ni hondureña sin conocer el
programa de nuestra revolución democrática de Patria Libre.”
El ELN manifiesta toda su solidaridad con la
resistencia popular y social hondureña, símbolo de dignidad de los pueblos de
Nuestra América, y por la victoria de la revolución democrática en las
elecciones venideras. Es deber de todos y todas las revolucionarias del
continente acompañar al pueblo hondureño en su lucha por la refundación de la
patria.